Anna Maria Bianchi, Italia, Animadora Laudato Si’

Antes de convertirse en Animadora Laudato Si’ el año pasado, Anna Maria Bianchi, italiana, buscaba una espiritualidad holística, algo que agrupara todos los aspectos de su fe católica.

«La ‘verdadera’ respuesta al quejido y al clamor de la Tierra no se podía encontrar en las muchas y meritorias asociaciones medioambientales o incluso en la sola oración», dijo.

Anna Maria se convirtió en Animadora Laudato Si’ en mayo. En sólo ocho meses como líder de la acción católica contra la crisis climática, ha ayudado a llevar Laudato Si’ a cientos de personas en la región de Basilicata, en el sur de Italia.

«Me toca a mí donar a otros lo que he recibido gratuitamente, tratar de ser un ‘faro’ poniendo a disposición de todos lo que he descubierto», dijo.

Para empezar, creó un Círculo de Laudato Si’ con gente de su parroquia, San Francisco de Asís, y organizaciones católicas de la zona. Los Círculos Laudato Si’ son pequeños grupos que se reúnen regularmente para profundizar su relación con Dios como Creador y con toda la creación.

Durante el Tiempo de la Creación del año pasado, que se celebra anualmente desde el 1 de septiembre hasta el 4 de octubre, Anna Maria también dirigió una caminata de peregrinación.

La caminata de cinco kilómetros ayudó a los católicos de toda la región a contemplar la creación y a dar gratitud y alabanza a nuestro Creador durante la celebración anual de oración y acción por nuestra casa común.

Durante los cortos descansos, la gente leía Laudato Si’, los Salmos, o cantaban juntos. El tiempo de oración e inspiración terminó con el grupo entero cantando y proclamando el Cántico del Sol de San Francisco de Asís.

Ahora, como presidenta del Consejo Diocesano de Agregados Laicos de la Diócesis de Tursi-Lagonegro, Anna Maria está dedicada a conseguir que Laudato Si’ se integre adecuadamente en las actividades de la diócesis para el año pastoral 2020-2021.

Recientemente se tomó un tiempo de su apretada agenda para hablar con el Movimiento Católico Mundial por el Clima sobre lo que la atrajo a Laudato Si’, por qué se siente llamada a actuar, y por qué la contemplación es tan importante.

¿Por qué quisiste difundir la buena noticia de Laudato Si’ a tu comunidad? ¿Por qué era tan importante para ti?

El deseo y la alegría de propagar un contagio positivo hizo que fuera casi automático pensar en formar un Círculo… desde el Círculo a la comunidad local (mi pueblo, mi parroquia), al área sociocultural (Val Sarmento), a la comunidad eclesial (el área pastoral, la Diócesis)… como la ola de círculos concéntricos que se genera cuando se tira una piedra en un charco de agua.

Sobre la contemplación y la caminata contemplativa del Tiempo de la Creación

Ver realmente [la creación] requiere detenerse un momento… en un lugar de gran belleza, para fijar con calma la mirada de los ojos y entrar en profunda comunión con nuestros hermanos y hermanas y con la naturaleza en su conjunto, que comparte con los seres humanos la creación divina y la redención en Cristo.

Detenerse es silenciar el ruido alrededor y dentro de uno mismo. Es acallar las muchas voces para escuchar la voz de la naturaleza, que «está llena de palabras de amor» (LS 225), y la voz de nuestros hermanos y hermanas empobrecidos por nuestra codicia.

Por qué es tan importante experimentar una conversión ecológica 

Queremos ser peregrinos, no vagabundos de Laudato Si’. Y posiblemente peregrinos en caravana, no solitarios.

… Ser peregrino requiere viajar ligero, despojarse de lo superfluo, llevar sólo lo esencial, lo cual depende del destino y la duración del viaje.

Para este viaje, lo esencial es volver a la fuente del encuentro con el Señor para redescubrir la relación de reciprocidad responsable entre los seres humanos y la naturaleza.

Vivir la espiritualidad ligada a Laudato Si’ y hacer un camino de conversión ecológica es algo más que cambiar el propio estilo de vida: significa encontrar el «lugar correcto» en la creación.

Sin poner al hombre en su lugar nada cambia, porque la raíz del mal actual es precisamente ésta: el hombre ya no reconoce al hombre como criatura, actitud que lleva a no ver ya a otras criaturas como hermanos y hermanas.

Para ello, es esencial reflexionar sobre la teología de la creación.