Con el quinto aniversario de la encíclica Laudato Si’, en 2020, el capítulo mexicano del Movimiento Católico Mundial por el Clima, dio un saltó y aumentó considerablemente el número de personas interesadas en instruirse y trabajar por el cuidado de la casa común. 

En efecto, los Animadores Laudato Si’ se han multiplicado. Por eso hoy queremos compartir el testimonio de dos de ellos, Flor Roura, de San José del Altillo, Coyoacán; y fray José Alberto Nava Aguirrefra, de Villa Coapa, Tlalpan.

Flor Roura, San José del Altillo, Coyoacán

Desde San José del Altillo en Coyoacán, Flor Roura es una animadora que siempre se ha interesado por la ecología, pero a partir de Laudato Si’ encontró sentido en esta misión: “Pareciera que no nos damos cuenta de todo lo que hemos estado viviendo los últimos años”.

La joven destaca la urgencia de ponerse en acción, sobre todo los católicos. En su comunidad, el equipo de animadores Laudato Si’ lleva a cabo distintos proyectos: “Hemos estado trabajando en acciones concretas: en la creación de huertos familiares, en la toma de consciencia del consumo y nos queda muchísimo trabajo por hacer”, relata.

Asimismo, la formación es un aspecto fundamental para continuar la tarea. Es por eso, que Flor junto a otros animadores están cursando a distancia una diplomatura en ecología integral en la Universidad de Santa Fe, Argentina.

Fray José Nava Aguirrefra, Villa Coapa, Tlalpan.

Y esta vocación no es solo para los laicos, ¡es para todos! Así es que el fraile dominico José Alberto Nava Aguirrefra, más conocido como fray Pepe, también es un Animador Laudato Si’ de Villa Coapa, Tlalpan. Motivado por el tiempo libre de la cuarentena, el religioso comenzó el período de formación.

“El tema ecológico me parece apasionante”, confesó tras leer la encíclica del Papa, actividad que realizó en conjunto con varios hermanos de su comunidad, que también estaban interesados.

“En la parte práctica, en la comunidad empezamos a compostar”, explica el fraile. Además se han concientizado del uso de la luz y han comenzado a separar la basura. “Son pequeñas acciones que van generando grandes cambios, como usar el carro lo necesario”, continúa.

Con espíritu de Animador, fray Pepe exhorta a la comunidad “a que se vayan integrando, que sepan aprovechar los recursos y, por supuesto, lo que ahorran, compartanlo con los más necesitados”. 

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