Foto: Johan Bergström-Allen / www.carmelite.org

Por Laura y Verónica
Miembros de un Círculo Laudato Si’ en Buenos Aires, Argentina

Nos propusimos crear un Círculo Laudato Si’ después de celebrar el Día de la Tierra en 2019. Como Animadoras Laudato Si’, vimos la necesidad de empezar con algo.

Hablamos con nuestro sacerdote, que nos acompañó desde el principio, y nuestra comunidad fue ese primer destinatario. Organizamos talleres para difundir la buena noticia de Laudato Si’ para que pudiéramos llevarlo a la vida en cada uno de nosotros.

Entendimos que necesitábamos a todos para esta tarea; no podíamos hacerlo solas.

“Pretender resolver todas las dificultades a través de normativas uniformes o de intervenciones técnicas lleva a desatender la complejidad de las problemáticas locales, que requieren la intervención activa de los habitantes” (LS 144).

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En el Tiempo de la Creación, la liturgia de cada domingo nos invitaba a reflexionar y hacer nuestro el llamado del Papa Francisco. Subrayo de nuevo la importancia de tener también sacerdotes motivados en este proceso de conversión ecológica. Celebramos el día de San Francisco de Asís con nuestras mascotas, que también son parte de la Creación de Dios.

Creemos que todos tenemos algo que dar. Nuestro Círculo Laudato Si’, formado por jóvenes, adultos y niños, está comprometido con la creación y nos da esperanza, sabiendo que es un llamado de Dios para cuidar de nuestra casa común.

La creación también nos invita a compartir con nuestras familias lo que estamos aprendiendo, nuestro cambio de hábitos, y nuestro cambio de estilos de vida, con el fin de vivir Laudato Si’, no sólo leerlo.

En tiempos de pandemia y cuarentena, las redes sociales nos ayudan a continuar este proyecto, difundiendo buenos hábitos, compartiendo la encíclica y multiplicando las ideas que nos llevan a proteger y defender nuestra Tierra, que es un regalo de Dios.