Por Anna Brzezińska-Hemperek
Animadora Laudato Si’ en Polonia
En San Juan Bautista en Poręba en Nowy Sącz, Polonia, la preocupación por la ecología no es sólo un hermoso lema, sino una forma de vida.
A través de la contemplación, vemos el agua y otros recursos como algo más que simples necesidades para vivir; los vemos como regalos vivificantes de Dios que debemos preservar y valorar.
En el reciente domingo de San Francisco, se distribuyeron folletos con información sobre cómo proteger nuestros recursos, especialmente el agua, en la capilla de Poręba Mała.
Los feligreses del equipo parroquial de Cáritas, que también realiza actividades pro ecológicas, distribuyeron aireadores para el agua. Un gran depósito para agua de lluvia fue instalado por la propia capilla, gracias a la cooperación de Cáritas, junto con el Movimiento Católico Mundial por el Clima.
El objetivo de estas actividades es implementar cambios prácticos en el funcionamiento de la parroquia. Como cristianos estamos llamados a proteger nuestra casa común y a usarla responsablemente, dice el P. Janusz Michalik, nuestro párroco.
Promovimos en la parroquia el programa «Mi agua» [del gobierno], que es sólo para los hogares.
Nuestro párroco también quiso instalar el tanque junto a la capilla por razones prácticas, debido a los problemas de agua en el distrito, así como para dar un ejemplo de una solución simple que otros pueden adaptar fácilmente.
La idea fue recibida favorablemente, y ahora el agua se puede utilizar sin interrupción.
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